Sepsis y bacteriemia.

Sepsis (sepsis) es un término general para las infecciones quirúrgicas que tienen manifestaciones de inflamación sistémica, como cambios en la temperatura corporal, la respiración y la circulación. Es el daño a los tejidos del cuerpo causado por la absorción de endotoxina, exotoxina y varios mediadores inflamatorios mediados por ellos. Cuando la sepsis se acompaña de una perfusión orgánica insuficiente, como acidosis láctica, oliguria y cambios conscientes agudos, se denomina síndrome de piemia. Si las bacterias invaden la circulación sanguínea y el hemocultivo es positivo, se llama bacteriemia. La sepsis y la bacteriemia a menudo son secundarias a infecciones postraumáticas graves y diversas infecciones purulentas, y las bacterias patógenas son numerosas, numerosas y virulentas. En general, el inicio es rápido, la afección es grave, los cambios son rápidos y la perfusión orgánica a menudo es insuficiente. El tratamiento integral activo debe administrarse clínicamente. Mientras se lucha contra la infección, se debe prestar atención para corregir las alteraciones electrolíticas y los desequilibrios ácido-base, y comprender oportunamente la participación de órganos importantes como el corazón, los pulmones, el hígado y los riñones, y tratarlos activamente.

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