Aumento de glucógeno
Para aquellos que padecen hambre crónica y cansancio excesivo, se suprime el hambre y se reduce significativamente. Debido a que el glucógeno hepático se reduce significativamente, la glucosa en sangre se reduce, la secreción de insulina se reduce y la secreción de glucagón aumenta, lo que fortalece el catabolismo y promueve la gluconeogénesis para garantizar el suministro de glucosa, que es ante todo las necesidades del cerebro. A lo largo del proceso de hambre, el efecto protector fisiológico del cuerpo humano es muy importante, es decir, para fortalecer la descomposición de las partes menores, como los músculos, y para garantizar las necesidades nutricionales del cerebro y el sistema nervioso central y órganos importantes como el corazón.
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