Periostio radial anastomótico
Desde que Finley (1978) informó sobre ensayos exitosos de trasplante de periostio anastomótico, se ha utilizado gradualmente en la práctica clínica. Los injertos periósticos basados en vasos sanguíneos nutricionales se pueden formar en todas las partes del injerto óseo donde se puede realizar la anastomosis de los vasos sanguíneos, como el sacro, las costillas, el peroné, etc. Además, se han reportado injertos periósticos radiales y periósticos tibiales. En general, los injertos periostésicos anastomóticos se usan para la disyunción ósea y los defectos óseos, y también se ha informado que los colgajos periósticos pediculados o isleños tratan la desunión ósea o las fracturas antiguas, como las fracturas de muñeca y escafoides.
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